Ana Iglesias - Artículo de opinión en Sport León
Muy probablemente todos lo que alguna vez hayan practicado un deporte las hayan sufrido de mayor o menos gravedad. Una torcedura de tobillo, una rodilla que se va, una rotura muscular. Desde una semana de reposo a meses, o incluso años, antes de poder volver a jugar, aunque quizás ya nada será como antes.
Todos conocemos las lesiones de los deportistas de élite, que si triada, que si isquiotibiales, que si pubalgias… Oímos esas palabras y estoy segura de que muchos no tienen - ni tenemos - ni idea de lo que conlleva. En los medios solo dan a conocer el momento de la lesión y cuando el deportista vuelve a practicar su deporte, saltándose todo el proceso de rehabilitación, que incluye dolor (a veces hasta algún medicamento para combatirlo), largas sesiones de fisioterapia y una lucha constante con tu mente. Sí, la psicología también juega un papel importante durante el periodo de parón, además de la medicina y la fisioterapia.
Os voy a poner un ejemplo que me parece muy ilustrativo y porque es un caso que tiene que ser conocido, al menos, en León. Aquellos que estamos en el mundillo del fútbol sala, sobre todo femenino, ya la conocemos. Es difícil olvidarse de esa chica pequeñina, delgadina y siempre con una sonrisa de oreja a oreja. Callada, sí, pero humilde, luchadora y buenísima compañera. Todos sabemos cómo es Trini.
Jugadora con una enorme proyección hasta que una lesión en el ligamento cruzado de una de sus rodillas le hizo parar. Estaba acabando el año 2010 y jugaba un torneo de 3x3 de fútbol. Tras meses de recuperación volvió a jugar. Eso sí, con miedo y más precaución que antes. Pero regresó y jugó en primera regional. En 2012 el cruzado de su otra rodilla le obligó a parar, ¡otra vez! Era la segunda jornada de liga, más o menos en octubre. Volvió en mayo. Recuerdo que me ha dicho que “dos goles metí esa temporada, en el primer y en el último partido, empecé y acabé bien”. No es que se lo tome con humor, que también, es que da una imagen de lucha que es, cuanto menos, envidiable.
Temporada 2013-2014. Comienza un nuevo proyecto con Trini como capitana del equipo Trepalio FSF. Agradecer que sea ella la capitana de mi equipo es quedarme corta. Animando a las jugadoras a pesar de las derrotas, uniéndonos para que luchásemos juntas en cada partido y cada jugada y preocupándose por todas siempre. Una verdadera capitana.
Corría el minuto 13 de la primera parte del partido que enfrentaba al CD San José de Salamanca con CD Trepalio FSF en Salamanca. Trini protege el balón para que se marche fuera, pero su rodilla le juega una mala pasada. Otra vez. Nada más caer al suelo, todas las integrantes del equipo comenzamos a llevarnos las manos a la cabeza y a lamentarnos. Otra vez. Trini la luchadora, la que nunca se rinde, de baja. Aún hay que esperar a los resultados de las pruebas, pero ya ella sabe que “es lo mismo que las otras veces”. Reposo, paciencia y a ver los resultados de la resonancia.
Trini, esa chica “discreta, tímida y humilde”, como bien la define su entrenador, vuelve a tener ante sí un gran reto. Quizás ahora tiene algo que antes no tenía, ahora tiene el apoyo de todo el fútbol sala femenino leonés y, por qué no, el castellano-leonés.
También el mío. Y como sé que leerá estas líneas, te lo vuelvo a decir, como te he dicho mil y una veces Trini, de aquí para adelante, siempre para adelante.
¡Ánimo Trini! #ÁnimoTrini.
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